2011-03-10
A Modo Introductorio
La caída del muro de Berlín y el posterior colapso del bloque soviético prometía cambiar muchas cosas. Algunos vieron en ello el fin de la historia junto con Francis Fukuyama, para los habitantes de esos países un esperanzador grito de libertad luego de años de opresión y para otros desde prácticamente todas partes del mundo, fue el derrumbe no solo físico, sino que también el resquebrajamiento de su utopía, que vislumbraban como una alternativa al capitalismo.
Acertadamente o no, la caída del muro y el derrumbe del bloque soviético creó la sensación que con esto finalizaba por inviable el experimento de construcción de una sociedad socialista y parecía darle la razón a Fukuyama: la historia llegaba a su fin; la democracia occidental y el capitalismo eran la forma más acabada de sociedad a la que podríamos aspirar.
Desde aquel suceso la marea neo liberal ya no se detuvo, sin los diques de contención del bloque soviético, su visión de la sociedad se ha expandido a todos los lugares del planeta y en todos los ámbitos de la sociedad.
Gradualmente las izquierdas de todas partes del mundo fueron perdiendo terreno, acusando una derrota no sólo política, si no que también ideológica, filosófica; parecía que su utopía, su modelo de sociedad se había caído junto con el muro y desnudos de ofertas políticas se enfrentaban a los votantes, que poco a poco los iban dejado de lado.
El final del siglo XX y el comienzo del XXI, algo cambiaron este panorama con la emergencia de grupos anti globalización, ecologistas y diferentes expresiones de la sociedad civil que reivindican derechos y libertades políticas. Sin duda, la expresión más clara de esto, es el movimiento iniciado recientemente en el mundo árabe, que ha llevado al cambio de régimen en Túnez y Egipto. Sin embargo, ya sea que la crítica de estos grupos al sistema sea radical o no, ninguno de ellos ha presentado un modelo de sociedad que reemplace al actual modelo socio-económico.
Desde esta posición quisiera situarme para seguir el camino que quiero seguir en el desarrollo de este blog y preguntarme:
¿Es posible superar el actual modelo de sociedad y construir una sociedad más justa, sin desigualdades, sin relaciones de explotación y opresión entre los seres humanos, basada en relaciones amorosas y de cooperación?
¿Sobre que tipo de relaciones se debería fundar en los diversos aspectos de la vida económica, familiar, de la sociedad civil y el estado?
¿Qué tipo y qué mecanismos de incentivos se deberían construir para que las personas orientaran sus esfuerzos dándole estabilidad a la sociedad?
Con éstas, más otras preguntas quisiera iniciar este viaje al cual por cierto quedan todos invitados a colaborar.