El fin de la filosofía y el advenimiento de la cibernética

Jorge Mendoza Vester
Economista Universidad de Chile
Magister en Pensamiento Contemporáneo Universidad Diego Portales


Introducción

En la entrevista que Martín Heidegger concede a la revista Der Spiegel, afirma que la filosofía ha llegado a su fin. Apremiado por el entrevistador para que realice sugerencias relevantes desde esta disciplina para abordar el mundo moderno, Heidegger responde que si bien la filosofía ha llegado a su fin, no ha desaparecido y que ahora la mirada debe dirigirse a las ciencias y más específicamente a la cibernética.

Para resolver la interrogante planteada por Heidegger en su afirmación, debe dilucidarse primero, qué entiende él por filosofía y si lo que entiende por filosofía ha realmente llegado a su fin.

A continuación, en el evento que la repuesta a la aseveración planteada por Heidegger, sea positiva, es necesario investigar, si efectivamente las preguntas que se ha planteado la filosofía, las responde más adecuadamente la ciencia y en particular la cibernética.

Desarrollo:

El interés filosófico principal de Heidegger, se centra en la metafísica y en particular en la pregunta por el ser, que considera su pregunta fundamental, tal como lo manifiesta cuando en Introducción a la metafísica (1935) abre con la interrogante “¿Por qué es el ente y no más bien la nada?” En opinión de Heidegger esta pregunta estaría incluida en la pregunta por el ser, ya que el ser es el concepto más general y su ámbito lo abarca todo.i

Cuando Heidegger pregunta específicamente por el sentido del ser, señala que dicha pregunta no ha encontrado consonancia y que ha sido rechazada en los círculos filosóficos. En su opinión, cuando formula esta pregunta lo hace para reconducir la existencia histórica del hombre y por tanto la futura. Esto dentro de los límites en que la capacidad de la filosofía puede lograr algoii.

En líneas muy gruesas este es el tema principal que ocupa la reflexión filosófica general de Heidegger y a partir de éste, establece un relación estrecha entre filosofía y metafísica y dentro de la última, sus prioridades se inclinan por la ontología. Por lo tanto, en lo que nos interesa en esta reflexión, Heidegger asocia la filosofía con la pregunta por el ser.

La crítica planteada por Heidegger, a la acogida que ha encontrado en los círculos filosóficos la pregunta fundamental de la metafísica, es uno de los aspectos centrales que desarrollaremos en este artículo. La respuesta a esta inquietud, se buscara en la reflexión que Heidegger hace sobre la técnica en su segundo periodo.

La tendencia, que Heidegger delinea con agudeza en su análisis de la técnica, es que en el mundo contemporáneo todo está invadido por el binomio ciencia + técnica y que éste más que develar el ser ha contribuido a su ocultamiento.

Según nos señala Heidegger, la técnica ha desplegado un enorme poder en Occidente y lo que señalaba como un augurio en su época, hoy se ve plenamente cumplido, ya que el poder de la ciencia europeo-occidental se ha extendido por todo el globo terráqueo.iii

Las ciencias expresan su influencia en el quehacer humano y expresan esta influencia en todos los aspectos de la vida moderna, en la economía, en la educación, en la publicidad, en la actividad comercial en general.iv

A pesar de lo anterior, la técnica en cuanto produce, se encuentra en el ámbito del desencubrir y en este aspecto en el de la verdad. En este sentido lo esencial de la técnica no radica en hacer y manipular, ni en el uso de medios, sino en el desencubrir. Este aspecto es central si seguimos el hilo argumentativo de Heidegger, ya que en cuanto modo de desencubrir, la técnica es metafísica, al mostrar el ente de esta o aquella manera. Si extendemos el argumento, la cobertura planetaria que tiene la técnica la lleva a configurar la imagen del mundo y en este sentido es metafísica, ya que si hay algo que caracteriza a la metafísica es fundar una época “mediante una determinada interpretación del ente y mediante una determinada concepción de la verdadv.

En cierta medida Heidegger plantea que la metafísica ha alcanzado su consumación y que por esto se debe recurrir a la ciencias para descubrir el ser del ente. De alguna manera, Kant planteó algo parecido en la “Crítica de la razón pura“ al formularlo casi como un programa. En sus palabras, si:

“...la metafísica se inserta en el camino seguro de la ciencia, puede abarcar perfectamente todo el campo de los conocimientos que le pertenecen; con ello terminaría su obra y la dejaría, para uso de la posteridad, como patrimonio al que nada podría añadirse, ya que sólo se ocupa de principios y de las limitaciones de su uso...”vi

En el contexto de la imagen del mundo definida por la técnica, Heidegger plantea que las respuestas a las preguntas fundamentales de la filosofía ya no deben ser buscadas más en ésta o en la metafísica, sino en las en la ciencias, sobre todo en la cibernética.

Hemos seguido a Heidegger en su argumento que la técnica es en esencia desencubrir, desocultar y por lo tanto en este sentido es metafísica. Por lo tanto, corresponde preguntarse si las ciencias y la cibernética permiten responder de manera más adecuada a los temas centrales de la filosofía, o reflexionar sobre ellos.

Para ello, y continuando con su línea argumentativa necesitamos hacernos una idea de lo que él entiende por estos conceptos. Heidegger, como hombre de su tiempo está al tanto del desarrollo gigantesco de la ciencia de su época, en particular de la física relativista y cuántica y del avance de disciplinas omni-comprensivas como la cibernética.

Heidegger se refiere a la ciencia de una manera genérica y tampoco es muy explícito acerca de lo que entiende por cibernética. Precisar estos conceptos, escaparía a la extensión de este artículo, por lo que exploraré brevemente algunas de las características que debe reunir la ciencia para responder a la pregunta por el ser y extenderé el alcance de la cibernética a la Teoría General de Sistemas (TGS), ya que ambas van de la mano y se complementan de manera adecuada para lo que nos interesa en este ensayo.

Una de las propiedades significativas de estas disciplinas radica en su enfoque, que consiste en analizar los fenómenos en relación, manteniendo la perspectiva del conjunto. Esta característica, junto a la de de estudiar procesos más que contenidos, las ha llevado a ser transdisciplinarias, enriqueciendo con su enfoque a varias ramas de la ciencias. Adicionalmente, la forma de abordar su objeto de estudio y campo de aplicación, las ha llevado a provocar una fuerte transformación en el quehacer científico y técnico, al traer de vuelta la mirada del conjunto, desplazada por el enfoque analítico y cartesiano al que ha conducido la híper-especialización y fragmentación del mundo de la ciencia.

Las características señaladas de la cibernética y la TGS, ¿les permite ser disciplinas adecuadas del pensar y permiten responder adecuadamente las preguntas filosóficas fundamentales del ser humano?

En mi opinión, la cibernética tiene méritos significativos para erguirse en fuente de respuestas a las preguntas centrales de la filosofía. De hecho, la TGS ha incursionado con éxito en la psicología, dando origen al enfoque sistémico, uno de los más promisorios y con mayor estatus científico en esta disciplina. Mencionamos este ámbito, por cuanto nos parece que esta ciencia es una de las más relacionadas con las preguntas fundamentales del ser humano. Además, la TGS, que nace desde la biología, ha extendido su alcance a la economía, administración y sociología. En este sentido, es pertinente mencionar los trabajos de Humberto Maturana, quien desde la biología y aplicando la TGS, ha buscado fundamentar la vida, la cognición y el comportamiento humano en áreas como la educación o la política.

Sin embargo, a pesar de lo señalado, sigue pendiente la pregunta acerca de si la cibernética y La TGS son la expresión de la metafísica consumada, ya que igualmente la ciencia tradicional aún deja fuera algunas cuestiones de primera importancia en la reflexión filosófica.

Para responder esto, es necesario preguntarse, de dónde surgen las preguntas fundamentales que inquietan al ser humano y que son el tema de la filosofía. Hasta ahora y siguiendo a Heidegger se ha señalado que es la pregunta por el ente. Sin embargo, quiero ir más allá del foco en que nos pone este planteamiento y tal cual hace este autor, recurrir al mundo griego para ampliar esta visión.

Heidegger citando a Aristóteles en su ensayo “Qué es la filosofía”, señala que: “filosofía es ciencia que contempla los primeros principios y causasvii, aclara no obstante, que el concepto de ciencia no debe ser entendido en su acepción moderna, sino que es un conocimiento u observar experto. En las palabras finales de este mismo ensayo y en esta ocasión citando a Platón afirma que la actitud del filósofo está asociada al asombro (πάθος)viii y que éste es el sustento de la filosofía desde el principio hasta el final.

Ahora bien, cuáles son las interrogantes que causaron y siguen causando asombro a los hombres hasta nuestros días. Estas preguntas tienen su origen y, no puede ser de otra manera, en las cuestiones fundamentales del ser humano en tanto humano, mencionamos entre otras, sin pretender ser exhaustivo: la vida, la muerte, la felicidad, el amor, el sentido de la existencia, el saber más allá de lo dado…

La filosofía, desde el mundo griego recogió estas inquietudes y las ha formalizado. A su vez, la tradición europea occidental, en particular con Descartes y Kant, ha restringido su exploración, exclusivamente al ámbito de la razón.

Kant en la “Crítica de la razón pura”, encaminó el desarrollo de la metafísica, al señalar que: podemos imaginar los absolutos, pero no los podemos conocer, relegando, de esta forma, a cuestiones como el amor o la felicidad al reino de los absolutos incognoscibles.

La metafísica, al quedar restringida al ámbito de la razón y además, la sociedad moderna al enfatizar este aspecto por medio de la técnica, la ha dejado limitada a un espacio, que no es el dominio natural para responder estas interrogantes.

El mismo Heidegger vislumbra este problema al reflexionar sobre la afirmación “Todo el mundo considera correcta la afirmación de que la filosofía es un asunto de la razón.ix, si bien, él se inclina por responder adhiriendo a esta aseveración, está plenamente consciente que para cautivar a su auditorio debe seguir una línea en “...que aquello de lo que la filosofía trata nos interese y nos afecte, nos afecte directamente en nuestro ser mismo”x. Acto seguido, reconoce el riesgo que esto conlleva, ya que arrastraría a la filosofía al mundo de los afectos y los sentimientos.

Conclusiones

Resumiendo, no es que la metafísica haya llegado a su fin o logrado su consumación, sino que ha sido conducida a un callejón sin salida, donde sólo puede responder lo que su instrumento preferente, la razón, le permite.

Como señalamos, la metafísica ha dejado de lado cuestiones centrales que escapan a la razón y que por lo tanto no puede responder. Del mismo modo, tampoco la ciencia fragmentada e hiper-racionalizada puede hacerlo.

Desde la perspectiva heideggeriana, una metafísica consumada, no quiere decir que haya finalizado, que se deje de pensar metafísicamente o, que no se vayan a crear nuevos sistemas metafísicos. Sin embargo, para que estos tengan relevancia, necesariamente deben retomar aquellos aspectos que la razón ha olvidado.

Esto, también es válido para la ciencia que tenga las limitaciones ya mencionadas. Sin embargo, en esta área se vislumbran disciplinas que abordan el pensar científico con mirada global, incorporando aspectos olvidados en el pensar mismo.

En este sentido, la superación de la metafísica significa volver a sus orígenes, donde el pensar se vuelve recuerdo y nada mejor que terminar con la palabra recuerdo ya que en su origen (recordis) ésta significa volver a pasar por el corazón.

iHeidegger, Martin. Introducción a la Metafísica. Barcelona, España, Editorial Gedisa 2001, pag 45.

iiIbíd., pág. 46.

iiiHeidegger, Martin. Ciencia y meditación en Filosofía, ciencia y técnica, Santiago, Editorial Universitaria 1997, pág. 152.

ivIbíd.

vRodríguez Ramón. Heidegger y la crisis de la época moderna. Madrid, España, Ediciones pedagógicas 1994, pág. 178.

viKant Immanuel. Crítica de la razón pura. España, Editorial Taurus, 2013, BXXIV.

viiHeidegger Martin. ¿Qué es la filosofía? Barcelona, España, Editorial Gerder, pág 47.

viiiIbíd., pág 58.

ixIbíd., pág 31.

xIbíd., pág 31.